Perdió Su Salario... Pero Ganó La Suerte

Solía pensar que la suerte era algo que se ganaba… hasta que perdí todo. A las 3 a.m., sola en el techo de mi apartamento, dejé de perseguir victorias y empecé a observar. Ningún algoritmo la predice. Ninguna estrategia la obliga. Pero cuando dejé de controlar el resultado… fue entonces cuando llegó. Crezco con ritmos afro-latinos en mis huesos: el tambor antes del trato, la luz tras la medianoche. Mi madre me enseñó que la alegría no está en el pago; está en la pausa. Mi padre me mostró que la fortuna no vive en números; vive en el aliento. La plataforma lo llama ‘Feng Niu’—pero para mí, nunca fue sobre la mesa. Fue sobre presentarse—incluso cuando estás sin un dólar. El RNG no miente—but sí lo hacen las personas. Dicen: ‘ella ganará próxima vez.’ Y a veces… ella lo hace.