El Silencio de Founian

No creo en la suerte. Creo en el ritmo silencioso entre dos números: el Banquero al 45,8% y el Jugador al 44,6%. No son aleatorios; están calibrados. Cada mesa de Founian es un templo construido por inmigrantes que nunca olvidaron la nana de su madre en un pasillo de Brooklyn la víspera de Navidad. Observaba cómo contaba las victorias como solos de jazz —cada mano sostenida demasiado tiempo, cada pérdida un descanso que no resolvía del todo. El sistema no recompensa la valentía; lo revela. ¿Crees que persigues la fortuna? No —persigues el silencio.